xatu escribió:¿Pero habéis intentado hacerlo a mano? levantáis un poco la hoja dando un ángulo a ojo y pasadas lentas por la piedra, de un lado y del otro a contrafilo. Un poco de paciencia y cada varios minutos vais probando en papel.
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Afilar a mano está bien, a mi me gusta y me resulta agradable. El problema viene en cuanto te vuelves " tikismikis. " con tus filos.
El filo que va a cortar principalmente tomates y verduras no es el mismo (en ángulo y acabados) que el filo que va a cortar papel/cartón, cuero, etc. Parecerá mentira, pero las diferencias son sensibles.
Prueba a cortar un tomate maduro simplemente posando el filo y empujando hacia abajo y sin movimientos longitudinales ... sólo apretando.
Nuestro filo puede cortar papel con facilidad pero espachurrar el tomate. El filo que corta el tomate por puro empuje será una maravilla en la cocina con las verduras, pero será un mediocre deshuesando. Naturalmente eso es hilar muy fino ... la diferencia entre simplemente afilado y extremadamente afilado para un uso específico.
Naturalmente no es necesario llegar a esos superfilos, pero como en toda afición, a veces nos liamos mas de lo necesario.
De todas maneras, la elección del ángulo se nota mucho, y conseguir el ángulo deseado es más complicado si se hace a mano.
Yo, mis filos convexos los hago todos a mano, el resto con maquiñillo.
Para ver el progreso del afilado, y si me gusta el ángulo que trae de fábrica, lo que hago es marcar el filo/bisel con un rotulador permanente. Según vas afilando, vas viendo el progreso por la eliminación del rotulador y vas ajustando. Eso también nos da una idea de la precisión de nuestra mano.